Agustín Gabarrús Gayán
Hermano Electo
Marzo 2021

Oración escrita y recitada por el hermano Agustín Gabarrús al final del pequeño traslado claustral dentro de la parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza el Miércoles Santo de 2021, ante la imposibilidad de realizarlo con normalidad por la pandemia.


Señora, aunque te invada la tristeza y el dolor, acoge en tus brazos a tu Hijo, mientras derramas tus lágrimas en sus heridas.

Señor, este año no hemos podido llevarte en nuestros hombros por delante de nuestros portales, para que vieses en ellos nuestros deseos, nuestras penas, nuestras alegrías, nuestras enfermedades…

Somos muy crueles, porque sólo pensamos en nosotros, en pedirte favores, en suplicarte que nos protejas. Sin darte nada a cambio, te hemos dejado solo.

Pero sabes, hay momentos que sí pensamos en Ti:
¡Cuántos jóvenes te recuerdan cuando están en sus pruebas escolares o buscan su primer trabajo!
¡Cuántos labradores elevan su mirada al cielo por su cosecha!
¡Cuántas personas te suplican cuando están al lado de un ser querido enfermo!
¡Cuántos ancianos en su soledad cierran los ojos para recordar a sus seres queridos y piensan en Ti!
Tantas y tantas situaciones que sí nos acordamos de Ti.

Y qué pocas veces te damos las gracias.
¿Por qué no te doy las gracias cuando camino y puedo notar el suelo, cuando hay tantos impedidos?
¿Por qué no te doy las gracias cuando desde un monte veo un paisaje maravilloso cuando hay tantos invidentes?
¿Por qué no te doy las gracias cuando paso por delante de un hospital, donde hay tantas personas enfermas dentro?
¿Por qué no te doy las gracias por sentir el beso de mi hijo o de mi nieto?
¿Por qué no te doy las gracias por poder llevarme un trozo de pan a la boca?
¿Por qué no te doy las gracias por sentir el brazo emocionado de un amigo?
¿Por qué no te doy las gracias por tantas y tantas cosas?

Señor, queremos ofrecerte el silencio de este pequeño traslado, recordando el recorrido por las calles y plazas de nuestro pueblo. Que valores cada paso que hemos dado junto a Ti. Y ahora, que estás en medio de nosotros, tan cerca, perdónanos. Cuando ahora te coloquemos en tu rincón y no te veamos, saber que siempre, siempre, te tenemos a nuestro lado.

Ten la certeza que en estos días miraremos al cielo, te veremos rodeado de nuestros seres queridos. Redoblaremos nuestros tambores, daremos mazazos al bombo, para recordar, rezar y agradecer. Y para decirte que nosotros, en nuestro corazón, también tenemos un rincón para Ti.